Anuncio de la contratación de
Marama generó gran
descontento en la comunidad
artística local
Mucho malestar causó en el ambiente musical local el anuncio de la llegada de Marama.
Por Susana Alegría -
Apenas conocido el anuncio de la presentación del grupo Marama en la Fiesta Nacional del Chocolate, las voces de protesta se hicieron escuchar por parte de gran cantidad de artistas o referentes relacionados a la cultura de la ciudad. Lo que sorprendió básicamente es la cifra que se deberá abonar por su contratación, que son setecientos mil pesos para el grupo más sonido.
Consultado el secretario de Turismo Marcos Barberis, comentó que “el presupuesto general de la fiesta es el que se viene hablando, con un aporte de Provincia de $650.000, de Nación (que no es el mismo que otros años) de $200.000 y de la Municipalidad, que está dentro del presupuesto previsto entre 500 y 600.000 pesos”.
Asimismo agregó que “con ese presupuesto que da un millón cuatrocientos o un millón quinientos mil pesos, un productor nos acercó escenario y sonido para hacer el show de Marama por $900.000 el combo completo”.
Sostuvo que “estuvimos hablando con organizaciones a nivel país que hacen fiestas nacionales y nos dijeron que el precio es excelente”.
Sostuvo que “estuvimos hablando con organizaciones a nivel país que hacen fiestas nacionales y nos dijeron que el precio es excelente”.
Consultado acerca de porqué Marama, respondió que “quisimos buscar algo que llame la atención, que sea convocante, es una banda que tiene un perfil de adolescentes y que está en el top. A la Fiesta Nacional del Chocolate queremos darle una figura de envergadura y creemos que es importante eso”.
Una realidad diferente
Como es sabido, nuestra ciudad ha sido elegida por gran cantidad de artistas como lugar de residencia, sumado a los nacidos aquí, lo convierte en un potencial increíble de posibilidades para el turismo y la comunidad en general.
La falta de fondos es la respuesta que reciben ante la presentación de proyectos, ante el pedido de apoyo económico cuando esos artistas deben viajar representando a la ciudad, ante la solicitud urgente de espacios, ante las infinitas vías que proponen para desarrollar su arte. Y como en la economía familiar cuando el jefe de familia anuncia que hay que ajustarse el cinturón, se acepta, hasta que surgen estas noticias de “invertir pensando en nuestros jóvenes” nada más ni nada menos que $700.000. Ahí se comienza a notar la falta de conocimiento de la realidad local.
Si se puede conseguir dinero para esto, quizás, entonces, exista la posibilidad de conseguirlo para invertir en los jóvenes, pero en cuestiones mucho más profundas. Por ejemplo, la Escuela La Llave se cae a pedazos, peligran los talleres de bandas y la Orquesta del Bicentenario, no se paga a talleristas para que acudan a los barrios, sabiendo a ciencia cierta que el arte saca a un gran porcentaje de los chicos de la calle, del alcohol y la droga, además de darle las herramientas de la creatividad y una calidad de vida mejor, incluso, incorporando un oficio con el cual generar dinero.
Los artistas locales tienen derecho al trabajo, quizás armando una comisión con gente capacitada en la materia se pueda consensuar quiénes son los mejores para una fiesta así y qué es lo que se le quiere dar a la gente como aporte cultural.
Como parte de la comunidad necesitamos que los “pocos” fondos que se consigan, sean distribuidos de manera equitativa. No se está en contra de bandas que sean “top”, hay otras que cobrando la mitad permitirían que con el dinero restante se gestionen otros proyectos.
Si los organizadores de la Fiesta Nacional del Chocolate “hicieron un esfuerzo de $900.000 en total para los jóvenes”, de verdad estamos hablando de realidades diferentes entre la comunidad y nuestros dirigentes, y eso es grave. el cordillerano