lunes, 15 de agosto de 2016

Weretilneck cree que hay un “pacto de silencio” policial en el caso Muñoz

Weretilneck cree que hay un “pacto de silencio” policial en el caso Muñoz

En una entrevista con “Río Negro” dijo que el asesinato constituye un mensaje “de poder absoluto”, pero no al gobierno sino al interior de la fuerza.

14 AGO 2016 - 00:00
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Viedma -
El gobernador Alberto Weretilneck consideró que el asesinato del policía Lucas Muñoz fue un “mensaje fuerte” y de “poder absoluto” aunque entendió que no estuvo dirigido al poder político sino a miembros de la fuerza. Convocó a parte del personal a que hable y cuente a la Justicia lo ocurrido, aludiendo que hay un “pacto del silencio” mientras se preguntó por qué el elegido fue Muñoz o qué paso con la mochila que llevaba.
A los policías que sepan cuál fue la suerte que corrió Muñoz y aporten datos les ofreció el amparo del sistema nacional de protección de testigos.
En diálogo con “Río Negro”, Weretilneck hizo una inicial evaluación. “Muñoz subió a un auto de alguien conocido. No se sabe nada de la mochila, con la que sale de su domicilio. Después, ¿quién puede tener durante 27 días a una persona uniformada, asesinarla y dejarla en un lugar para que la encuentre, dejándola con el arma? Estamos frente a un mensaje fuerte”, concluyó. “Casi mafioso, de poder absoluto. Se hace a dos cuadras de la comisaría, a pleno día, con uniforme. Lo tengo el tiempo que quiero, lo asesino y lo pongo cuando quiero”.
Segundo análisis: “Si hubiese sido algo individual contra Muñoz, la reacción policial habría sido totalmente distinta. Pero –como lo denuncié– hubo pasividad y buscaron desviar la investigación. Significa que algunos sabían qué estaba sucediendo o lo que podía suceder. En cambio, es la Jefatura que detecta la adulteración del libro, el allanamiento ilegal y la foto que se saca y se la envía de la computadora de Muñoz. Es un tema que involucra a alguien externo pero también a sectores de la policía, especialmente a la Comisaría 42, Tránsito y algunas autoridades de la Regional.
P-¿El mensaje fue al poder político?
R-No. Creo que el mensaje fue hacia algunos integrantes de la policía, y puntualmente para la Comisaría 42ª.
P-¿No es mucho mensaje?
R-Depende de lo que está en juego. ¿Por qué Muñoz y no otro policía? Es una pregunta para hacerse. Yo no tengo la respuesta hoy, saldrá de la investigación. Creo que está marcando que era un círculo, y si hubiese sido contra el gobierno o la jefatura habría sido otro el hecho.
P-Centralizarlo en la comisaría puede ser una simplificación y evitar cambios mayores.
R-No estoy simplificando. Tampoco puedo tener una actitud irresponsable y generalizar, y así deshonrar a parte de la Policía que no corresponde. Además, debo cuidar mucho el vínculo con la policía y la sociedad, que es indisoluble. Rechazo lo que dicen algunos, que se trata de una policía corrupta. No lo creo y no tengo elementos, más allá de que existan policías que puedan estar al margen de la ley. Hay que trabajar en eso y confío en (jefe) Altuna y (subjefe) Jara.
P-¿Miembros de la Policía encubrieron o participaron directamente del asesinato?
R-Hoy no lo puedo saber. Está claro que, como mínimo, encubrieron. Sumado a la pasividad, el pacto del silencio y la obediencia debida del personal de la 42. Saben mucho más de lo que están contando. Como mensaje a ellos, no alcanza con llevar el féretro o ir a llorar con los padres, se necesita que hablen y cuenten al juez o al fiscal. Está claro que así terminan presos o fuera de la Policía. No tienen mucho más tiempo para no colaborar plenamente con la Justicia, cuando tienen además el sistema nacional de protección de testigos o pueden hacer llegar datos. No existió ni una sola línea de compañeros y, sólo de la guardia de la 42, son 40 policías.
“Rechazo lo que dicen algunos: que se trata de una policía corrupta. No lo creo, más allá de que haya algunos que están al margen de la ley”.
El gobernador salió a hablar, tres días después del hallazgo del cuerpo.
La Línea Sur le dio el último adiós
Weretilneck cree que hay un “pacto de silencio” policial en el caso Muñoz
Los restos llegaron a Ramos Mexía a las 4 de la madrugada.
Con un pedido unánime de justicia y una gran consternación, los pobladores de la Región Sur rionegrina despidieron ayer los restos de Lucas Muñoz, que fueron sepultados en el cementerio de Ramos Mexía.
La muerte del policía asesinado en Bariloche causó una gran conmoción en la zona. Por ello, luego de que el vehículo que trasladó sus restos hasta su localidad natal, y partiera después del mediodía del viernes de Bariloche, en los pueblos ubicados a la vera de la Ruta 23 se organizaron espontáneamente para recibirlos y acompañar a su familiares. Recorrer los 400 kilómetros demandó más de 14 horas. En cada una de las 8 localidades la unidad de traslado de la empresa fúnebre fue recibida por una caravana de vehículos particulares y móviles de las distintas comisarías haciendo sonar las sirenas y por gente a pie con carteles pidiendo justicia. A Jacobacci los restos llegaron alrededor de las 20 del viernes. Más de medio millar de personas lo aguardaban en el acceso por la Ruta 23.
Luego de recorrer las calles céntricas llegó hasta la unidad 14ª de Policía. Allí la gente se agolpó para acompañar al papá Benjamín Muñoz, a la mamá Alicia Ocares y a los hermanos de Lucas, que fueron recibidos por el intendente Carlos Toro y personal policial.
En cada pueblo la postal se repitió. Ciento de vecinos se apostaron a la vera de la ruta para saludar, acompañar a la familia y pedir justicia.
Luego de pasar por Maquinchao, Aguada de Guerra, Los Menucos y Sierra Colorada, pueblo en los que sumaron vehículos y personas a la caravana, los restos de Lucas llegaron a Ramos Mexía a las 4 de la madrugada. La pequeña comunidad en la que viven unas 1.000 personas estaba esperándolo.
“Lo que le pasó a Lucas nos duele a todos los vecinos de Ramos Mexía. Tanto él como su familia son personas de bien, humildes, muy buena gente. No podemos creer lo que le hicieron. La muerte de Lucas no puede quedar impune”, señalaron algunos vecinos consultados por este medio.
Hasta el mediodía de ayer, los restos fueron velados en el Salón de Usos Múltiples (AJ).
fuente  diario rio negro 

EL GOBERNADOR ALBERTO WERETILNEK AL BANQUILLO DE TESTIGOS

Caso Muñoz: piden que el gobernador declare como testigo

Es por la entrevista publicada por “Río Negro”. La querella señala que el mandatario podría aportar datos a la causa.

15 AGO 2016 - 14:22
DeBariloche -
Los abogados querellantes en la causa que investiga el homicidio de Lucas Muñoz pidieron que el gobernador Alberto Weretilneck sea citado como testigo porque consideran que puede aportar datos a la causa.
El pedido de los abogados Jorge Pschunder y Karina Chueri se realizó hoy en los tribunales y responde a una entrevista realizada por “Río Negro” donde el mandatario señaló que hay un “pacto de silencio” entre los policías.
Indicaron que el gobernador menciona que el policía tenía una mochila el día que desapareció, el 14 de julio, y se preguntó que contenía esa mochila que no fue encontrada hasta el momento.
“Llama la atención ciertas afirmaciones del gobernador”, dijo Chueri a la prensa y remarcó que quieren conocer “qué sabe el gobernador”.
El pedido de la querella deberá ser resuelto por el juez Bernardo Campana que lleva adelante la causa.
Hasta el momento declararon más de medio centenar de policías y están imputados por causas conexas por el encubrimiento e irregularidades en la búsqueda del policía, tres comisarios, un subcomisario, tres oficiales y un sargento. Entre ellos están detenidos por encubrimiento los policías Néstor Meyreles, Federico Valenzuela y por el allanamiento ilegal en la casa de Muñoz, Luis Irusta.

Muñoz estuvo secuestrado



Muñoz estuvo secuestrado varios días antes de que lo mataran

Suponen que lo ejecutaron unos días antes de que hallaran el cuerpo. No tenía signos de tortura.

15 AGO 2016 - 00:00
Una camioneta de gendarmería ayer se mantuvo frente a la vivienda que alquilaba Muñoz.




DeBariloche -
Los datos que surgen de la investigación en marcha, para tratar de esclarecer el brutal homicidio del oficial ayudante de la Policía de Río Negro Lucas Muñoz, estremecen a los investigadores. Fuentes con acceso a la causa confirmaron ayer que a Muñoz lo tuvieron secuestrado varias semanas en un lugar, que hasta ahora se desconoce, y que lo asesinaron pocos días antes de que hallaran su cadáver.
Están convencidos de que “plantaron” el cuerpo en el descampado para que lo encontraran vestido con su uniforme, con su arma reglamentaria y su billetera como planteaba la familia de Muñoz. Entre sus pertenencias hallaron hasta su celular. Es más, revelaron que Muñoz no tenía indicios de haber sido torturado. Una de las fuentes reveló que el cuerpo no desaliñado por los días del cautiverio.
Estaba en las mismas condiciones que cuando salió el 14 de julio pasado de su domicilio a trabajar en la comisaría 42 del barrio 2 de Abril, donde nunca se presentó. Para los fiscales se trata de un hecho sorprendente. Sospechan que los autores del crimen “montaron todo” el escenario. Presumen que obligaron a Muñoz a vestirse con su uniforme, portar su arma y sus pertenencias.
Después, le efectuaron un tiro en una pierna y lo ejecutaron de un balazo en la nuca. Todavía no se pudo determinar el calibre del proyectil que mató a Muñoz. Los investigadores no descartan que el homicida haya utilizado un proyectil calibre 9 milímetros. La investigación a cargo del fiscal Martín Govetto aún no tiene pistas firmes para identificar a los autores del crimen.
Fuentes judiciales señalaron ayer que es poco probable que hayan ocultado a Muñoz en el predio donde funciona la Montada de la Policía de Río Negro, que es la hipótesis impulsada por los abogados querellantes Alejandro Pschunder y Karina Chueri, quienes representan al padre del policía asesinado. Indican que hasta el momento no hallaron ninguna evidencia contundente para confirmar esa sospecha tras dos allanamientos en ese lugar, ubicado en el camino viejo al cerro Catedral.
Para los investigadores, la principal hipótesis para explicar el crimen de Muñoz apunta a una posible banda dedicada a la venta de estupefacientes. Y en esa hipótesis no se descarta que haya policías involucrados, aunque todavía falta encontrar las pruebas para corroborarla.
Hasta el momento, los policías imputados en la causa colateral que investiga el fiscal Guillermo Lista están sospechados del delito de encubrimiento agravado y de entorpecer la investigación para la búsqueda de Muñoz. Hay tres policías detenidos y tres comisarios, un subcomisario y otros oficiales imputados en la causa que aún no fueron indagados.
El homicidio de Muñoz generó una crisis interna en las filas de la Policía de Río Negro y golpea las puertas del gobierno provincial. El gobernador Alberto Weretilneck dijo en una entrevista con Río Negro, que se publicó ayer, que “estamos frente a un mensaje fuerte” y no le soltó la mano ni al ministro de Seguridad y Justicia de la provincia, Gastón Pérez Estevan, y al jefe de la Policía, Mario Altuna, que acapararon la mayoría de las críticas.
Ayer, las fuentes confirmaron que el homicidio de Muñoz “es un mensaje mafioso” y no desestimaron que haya una posible relación con otros crímenes impunes que ocurrieron en esta ciudad, como el caso de Micaela Muñoz ( NDR F M CUMBRE :  Corresponde a Micaela Avila ) , cuyo cadáver apareció en un descampado cerca del barrio 2 de Abril.
El cuerpo de Muñoz fue encontrado el 10 de agosto, en otro descampado, a metros de la Ruta de Circunvalación y a un poco más de un kilómetro de la comisaría 42. Fuente diario rio negro