viernes, 23 de enero de 2015

“no fue una agresión xenófoba

22/01/2015
Atacante del hostel asegura que “no fue una agresión xenófoba”
Diego Castellán dijo que participó del ataque por un problema de convivencia vecinal. Argumentó que desde hace un año denuncia ruidos molestos y agresiones de los huéspedes. Admitió que entró “tirando piedras” y no pudo descartar que alguno de los atacantes haya gritado consignas antisemitas.

Atacante del hostel asegura que “no fue una agresión xenófoba”
Otra versión de los violentos hechos ocurridos en el hostel Onda Azul, el pasado lunes a la madrugada. Diego Castellán, vecino del emprendimiento turístico, acotó a un “problema de convivencia” la agresión de la cual participó, y descartó motivaciones antisemitas. Repasó que “desde hace un año” presenta denuncias -ya son cuatro ante la Policía, el Juez de Paz, y la Fiscalía correspondiente-, y que nunca tuvo “respuestas. Se me soltó la cadena, estoy podrido. Entré tirando piedras”, admitió el vecino en diálogo con el programa “¿Estás ahí?”, de Radio Nacional Bariloche.
Castellán descartó motivaciones xenófobas o antisemitas, aunque no pudo asegurar que en la “batahola atroz” que se produjo, alguno de los participantes halla proferido gritos contra los judíos.
“Yo no fui nada educado -admitió-. Tuvimos una discusión. A la noche se produce el episodio, me insultaron, insulté. Me apedrean la casa. Me convertí. Agarré piedras, entré tirando piedras a ese predio, mi señora intentaba calmarme, le dijo a la policía hagan algo, la policía no hizo nada, le dijo a los dueños 'esto es culpa de ustedes'. Si hubieran atendido un poco (los reclamos), esto no pasa”, relató.
El vecino detalló: “Yo entré tirando piedras, rompí un vidrio, tiré de todo, estaba recaliente. Después declararon que los turistas llamaban a su casa llorando por las horas de terror que habían vivido, por un pelotudo que estaba tirando piedras. Uno, yo. No es xenofobia, es sentido común. Si este era un camping de australianos, o colombianos o argentinos yo iba a tener el mismo problema”, indicó.
Sin embargo, explicó que sólo habla por su comportamiento, y no pudo descartar gritos antisemitas. “Hubo vecinos que escucharon la batahola, salieron a la calle y se armó un quilombo atroz, sí, eso sucedió. Yo me hago cargo de lo que hice”.
Y amplió: “Se gritaba de todo. Ellos también gritaban. La policía también gritaba. Se escucharon balas de salva, yo tengo marcas de cinco perdigones en la pierna. Hay un tipo de victimización (de los turistas agredidos). No hay xenofobia”, dijo.
El relato contrasta con el brindado por el propietario del hostel Onda Azul, Shalom Sergio Polack, quien dijo a ANB que del ataque participó “un grupo de tres personas, que tenía un grupo de apoyo escondido en un patio vecino”, e “ingresaron gritando 'fuera judíos de mierda', 'vienen a robarnos la Patagonia'; reventaron decenas de vidrios, hay piedras y perdigos por todos lados, y atacaron a los turistas y a nosotros”.
Notablemente afectado, Polack calificó el hecho como un “ataque terrorista”, y aseguró que la Policía que llegó al lugar “no hizo nada” para defender a los turistas que eran agredidos.
En cambio, Castellán detalló el calvario que vive desde hace un año, cuando se mudó al lugar, en un terreno cedido por el Municipio de Lago Puelo: no puede dormir debido a la música a un volumen muy alto, “hay tipos meando en mi cero, otros corriendo en pelotas por el parque”, y hasta un intento de un turista de “comprarle droga, falopa” a su hijo de 19 años.
“Hicimos cuatro denuncias y nadie nos da respuestas”, se quejó.
“No queremos que se cierre el hostel, pero que los dueños hablen con los inquilinos, les expliquen la forma de convivencia, que les digan que acá queremos vivir de una forma particular”, señaló siempre en diálogo con el programa radial.
“Hay quilombo todo el día, la música que es un estruendo. Parece que tuviera que pedir disculpas por dormir la siesta. A las tres de la mañana, lo mismo”, enumeró. Castellán es chofer de ambulancia y su mujer, enfermera “que se levanta a trabajar a las cinco de la mañana. ¿No hay ordenanzas que regulen?” el tema del volumen de la música y las normas de convivencia, se preguntó.
“Yo pido disculpas por lo que hice. Entré a los piedrazos, revolee mesas, dicen que tienen filmaciones, y bueno, saldré filmado. Me hago cargo”, señaló, y admitió que su abogado le anticipó que el Fiscal lo va a “perseguir hasta abajo de la cama, para justificar su inacción” ante las denuncias anteriores que radicó.
En sintonía con esta postura, la fiscalía con sede en la localidad de El Hoyo, calificó el hecho como un "conflicto vecinal que terminó en forma violenta". En un mismo sentido, el Intendente de Lago Puelo, Iván Fernández, habló de un problema “entre vecinos”. (ANB)